Tener un vehículo de cualquier tipo (carro, camioneta, camión o tractomula) es una libertad enorme: permite desplazarse de un lado a otro sin mayor inconveniente y por casi cualquier terreno.
Siempre que haya un camino claro, generalmente de pavimento y/o asfalto, podremos recorrer el camino tranquilamente. Pero, hay ocasiones en las que el camino no es tan fácil y el terreno puede llegar a ser un reto para nosotros, el motor y nuestro vehículo.
Por esto, es necesario conocer las condiciones del terreno que recorremos para saber cómo andarlo y cómo proteger nuestro vehículo mientras lo hacemos.
Este es uno de los factores más importantes, ya que de las condiciones del terreno dependen en gran medida su desempeño, rendimiento y seguridad. Analicemos algunas clases de terreno a las que podemos estar expuestos:
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CALLES MOJADAS O INUNDADAS
Las calles mojadas son un riesgo bastante grande para los vehículos, ya que pueden ocurrir fenómenos como el Aquaplaning, donde no hay adherencia de los neumáticos al suelo debido a la capa de agua que hay entre ellos, lo que hace que patinen las ruedas y se pierda el control del vehículo, aumentando el peligro a velocidades mayores.
¿Qué hacer? Ante estas condiciones lo más adecuado es reducir la velocidad para que haya una mejor adherencia de los neumáticos al suelo, manejar suavemente guardando buena distancia con otros vehículos, evitar los charcos y mantener una buena visibilidad en todo momento de ser posible.
Ojo, si por alguna razón se topa con una inundación o cruce de agua, fíjese si otros vehículos pueden pasar sin problemas, o que esta no tenga más de 50 cm de alto (la altura media de la rueda). De lo contrario LO MEJOR ES NO CRUZAR y encontrar otro camino.
¿Por qué? Por razones que van desde la inundación del motor, lo que podría dejar varado el vehículo y ocasionar daños al motor, hasta otras que podrían resultar mortales como corrientes que pueden llegar a arrastrar el vehículo y poner en riesgo la vida de los pasajeros.
Si la decisión es cruzar, lo mejor es hacerlo con cuidado a una velocidad media baja, a ritmo constante y sin prisas.
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ZONA CARRETEABLE O CARRETERA DESTAPADA
La zona carreteable es una zona de carretera destapada peligrosa de circular y exigente para la conducción. Se define como carreteable a la vía sin pavimentar destinada a la circulación de vehículos.
En la zona carreteable se pueden presentar muchas condiciones inseguras, como huecos baches, zonas inestables y superficies deslizantes. Comúnmente este tipo de vías están en zonas de municipios como veredas, zonas de fincas, casas campestres. Suele no haber señalización ninguna, por eso es de extremo cuidado circular en ellas.
Por ser superficie deslizante, suele resbalarse el vehículo con el barro o quedarse enterrado.
¿Qué hacer? Lo más importante para tener en cuenta es la velocidad. Es fundamental mantener una velocidad baja que permita recorrerla suavemente, previendo lo que trae el camino para lograr maniobar de la mejor manera y tener el menor impacto posible en la suspensión, amortiguación y en las partes expuestas. No conducir con las llantas lisas o en mal estado. En caso de quedarse estancado en un hueco de la vía, no intentar acelerar más el carro pues lo que hace es agrandar el hueco y hacerlo más profundo, trate de buscar piedras gruesas o una tabla de madera o tronco para generarle un apoyo a la llanta y pueda salir, solicite ayuda a personas cercanas.
La zona carreteable o carretera destapada no es para todo conductor, si usted no tiene experiencia en carretera destapada y es subiendo una montaña, es mejor que deje que conduzca otra persona con más experiencia, ya que el índice de accidentes en este tipo de vías es muy alto o terminan cayendo al barranco.
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TERRENO EMPINADO O CUESTA ARRIBA
Así sea pavimentado o destapado, los terrenos empinados deben abordarse con precauciones especiales. Siempre debe hacerlo de manera recta en vez de diagonal, y nunca debe intentar girar un vehículo en pendientes demasiado pronunciadas, ya que podría volcarse. El secreto está en cambiar a una marcha más baja para que las ruedas tengan más fuerza y puedas controlar la velocidad.
¿Qué hacer? Si está subiendo, ponga el cambio de mayor potencia para subir cómodamente a un ritmo constante sin sobrecalentar el motor. Si lo hace con un cambio de menor potencia perdería impulso, lo que haría detener el carro o retroceder. Si está bajando, use los frenos suavemente, y si es necesario, frene con el motor mediante los cambios. Si el carro patina al frenar, suavemente presione el acelerador para recuperar tracción y control. Tenga precaución extra si el terreno está mojado, tiene arena o cualquier elemento que puede afectar la tracción del vehículo.
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TERRENO CON PASTO
Tan inofensivo como pueda parecer, el pasto puede ser uno de los terrenos más complejos para manejar. Cuando está seco, se puede manejar facilmente sobre él, a menos que esté largo y oculte diferentes riesgos como huecos, troncos, piedras, etc, que puedan afectar el vehículo. Por otro lado, cuando está mojado, puede llegar a ser tan peligroso como manejar sobre hielo, por lo que es necesario minimizar el riesgo de patinar o deslizarse.
¿Qué hacer? Al conducir sobre pasto, lo mejor es hacerlo a una velocidad baja, que permita maniobrar frente a lo que pueda traer el camino y minimizar el impacto en caso tal de toparse con algún objeto.
La exigencia técnica a la que se somete un vehículo al conducir por terreno pastoso incrementa las probabilidades de sufrir una avería. El motor, los frenos, la caja de cambio e incluso el sistema de suspensión sufren mucho durante estos desplazamientos.
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TERRENO CON BARRO O LODO
Siempre es bueno antes de intentar cruzar por un barrizal, con una rama o palo revisar su humedad y profundidad, y analizar la posibilidad de que nuestro vehículo pase. Evite pasar si observa que hay líneas de ruedas que entran pero no salen del otro lado, y si las hay, evite pasar por el mismo camino, el barro es más blando y es más fácil quedar atrapado, construya un nuevo camino de ser posible
¿Qué hacer? Para atravesarlo, si lo hace muy rápido puede perder control, si lo hace muy despacio puede quedar atrapado, por eso trate de mantener el impulso y una velocidad media constante, moviendo el timón de un lado a otro para ganar tracción y evitar la patinada.
En caso de quedar atrapado, no acelere a fondo o intente empujarlo desde atrás, lo más importante es generar tracción. Intente dar reversa, girar la dirección y acelerar suavemente, o intente generar tracción en la(s) rueda(s) atrapada(s) con piedras, madera, arena, maleza seca (en caso tal, los tapetes del carro pueden servir). También puede intentar reducir un poco la presión de los neumáticos.
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Es evidente que al momento de conducir o atravesar por estos terrenos, el mantenimiento preventivo de nuestro vehículo es sinónimo de seguridad, desempeño y ahorro.
Por eso, siempre es bueno revisar que la presión de los neumáticos y la alineación sea la adecuada, que el sistema eléctrico funcione correctamente al igual que el de amortiguación y frenos, con buen nível de líquido de frenos, refrigerante, combustible y aceite, además de contar con el kit de emergencia en buenas condiciones.
Y sin importar cualquier que sea la condición del terreno que recorras, MotorKote te ayuda a llegar a donde quieres y a cuidar tu inversión de la mejor manera.
La forma correcta de conducir en diferentes caminos garantiza que llegues seguro a casa, sigue estas recomendaciones, conduce con cuidado y que tengas un feliz viaje.
