Con la llegada de los vehículos eléctricos e híbridos, el frenado regenerativo se ha convertido en una tecnología innovadora que permite recuperar parte de la energía generada al frenar y reutilizarla para mejorar la eficiencia del vehículo.
¿Cómo funciona?
En los frenos tradicionales, la energía cinética del vehículo se disipa en forma de calor debido a la fricción entre las pastillas y los discos de freno, lo que implica una pérdida de energía. En contraste, el frenado regenerativo convierte esa energía en electricidad y la almacena en la batería para su reutilización.

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Motores eléctricos y frenado regenerativo
El principio del frenado regenerativo radica en la capacidad de los motores eléctricos de operar también como generadores de electricidad. Durante la conducción normal, el motor convierte la electricidad en movimiento. Sin embargo, cuando el conductor suelta el acelerador o presiona el freno, el motor invierte su función y comienza a generar electricidad a partir de la energía cinética del vehículo.

Los componentes que hacen parte del frenado regenerativo son:
- Motor-generador: Convierte la energía mecánica en electricidad.
- Controlador de potencia: Regula el flujo de energía y evita sobrecargas.
- Batería de alto voltaje: Almacena la energía recuperada.
- Rectificador/convertidor CA-CC: Ajusta el voltaje para su almacenamiento y uso.
- Frenos mecánicos: Complementan el frenado cuando es necesario detener el vehículo.
Para que entre en acción el sistema de frenado regenerativo, deben ocurrir los siguientes pasos:
- Inicio del frenado: Al soltar el acelerador o pisar el freno, el sistema determina cuánta fuerza de frenado puede aprovecharse regenerativamente.
- Inversión del motor eléctrico: El motor cambia su modo de operación y actúa como un generador.
- Generación de electricidad: La energía cinética del rotor se convierte en electricidad mediante inducción electromagnética.
- Conversión de energía: La electricidad generada en corriente alterna (CA) se convierte en corriente continua (CC) para su almacenamiento en la batería.
- Almacenamiento: La electricidad fluye hacia la batería de alto voltaje.
- Frenado mecánico adicional: Si el frenado regenerativo no es suficiente o la batería está llena, se activan los frenos mecánicos convencionales.
- Reutilización de la energía: Cuando se vuelve a acelerar, la energía almacenada se usa para alimentar el motor, reduciendo el consumo de energía externa.

Fascinante, ¿verdad?
Beneficios del frenado regenerativo
Este sistema ofrece una gran ventaja frente a los motores de combustión interna ya que al frenar, la energía cinética que traen se pierde al disiparse en forma de calor, versus los vehículos eléctricos e híbridos, esta tecnología ayuda a incrementar entre un 15% – 20% el consumo de combustible, lo que lo hace bastante atractivo.
Además, los vehículos híbridos y eléctricos aumentan su autonomía entre un 10% -20%, es decir que pueden andar más tiempo con la misma carga. Incluso las pastillas de los frenos se desgastan hasta un 50% menos en comparación con los vehículos convencional

El frenado regenerativo es una tecnología clave en la evolución del transporte eléctrico. Su capacidad para recuperar energía mejora la eficiencia y la sostenibilidad de los vehículos, posicionándose como un elemento esencial en el futuro de la movilidad.
Si tecnologías como el frenado regenerativo pueden ayudarnos a reducir el desperdicio de energía y disminuir nuestro impacto ambiental, ¿qué otras acciones podríamos tomar en nuestra vida diaria para contribuir a un planeta más sostenible?
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