AUMENTE la EFICIENCIA, el RENDIMIENTO y el CUIDADO de su vehículo

El rendimiento y la eficiencia de un vehículo de cualquier tipo están relacionados directamente con la forma en la que la máquina aprovecha sus recursos. Es decir, un vehículo será eficiente cuando logre realizar la mayor cantidad de trabajo posible, sacándole máximo provecho a su potencia, con el menor consumo de energía y al precio más favorable.

La optimización de los recursos es el objetivo, cuidar de la máquina o el motor y lograr aprovechar su vida útil, que dure en el mejor estado posible por más tiempo.

¿Cómo lograrlo?

Básicamente, hay dos factores que juegan un rol determinante:

MOTOR

El motor de  una máquina es el encargado de transformar una fuente de energía, en energía mecánica. Si es un motor de combustión interna, cuenta con una variedad de piezas metálicas que se mueven coordinadamente a altas velocidades para transformar dicha energía, por lo que una buena lubricación es fundamental para su funcionamiento y vida útil.

via GIFER

¿Por qué? Porque estas piezas metálicas entran en contacto constamente entre sí, y sin importar lo lisas que sean o parezcan, generan fricción, temperatura, vibración y ruido, lo que  resulta en desgaste para ellas y para el motor en general.

Conozca más sobre el funcionamiento de los motores de combustión interna y la fricción que hay en ellos, haciendo clic aquí

Entre menor fricción haya menor desgaste de las piezas, lo que significa mayor vida útil. Entre menor fricción haya, mayor eficiencia y rendimiento.

Los lubricantes son los encargados pues de reducir la fricción entre estas piezas a la vez que permiten que su trabajo sea fluido. El aceite para el motor, aunque está diseñado para lograr esto, hay momentos en los que su trabajo se ve reducido o limitado como durante el encendido en frío, la contaminación o pérdida del lubricante, entre otros factores.

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La fricción que ocurre entre piezas metálicas durante el encendido en frío o durante cualquier momento del funcionamiento normal del motor, produce miles de diminutas esquirlas metálicas que junto con los pequeños carbones (hollín) producto de la combustión, se acumulan y forman pequeños grumos o gomas que circulan por el sistema de lubricación, contaminando el lubricante, reduciendo su vida útil y eficiencia, generando desgaste por dondequiera que pasa.

Tal como lo intenta demostrar en su estudio, el Dr. Pranesh Aswath del Departamento de Ciencia e Ingeniería de Materiales de la Universidad de Texas (USA), en el que analiza cómo afectan estos carbones (hollín) subproducto de la combustión en los motores, la eficiencia del motor y la integridad del aceite lubricante¹. (Lea el artículo aquí)

En conclusión, un motor con la menor fricción posible y con un aceite limpio libre de contaminaciones durante la mayor cantidad del tiempo, contribuyen a aumentar su eficiencia, rendimiento y cuidado.

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Lo que sugiere en su estudio el Dr. Aswath, es que el uso de lubricantes complementarios como MotorKote 100 antifricción y MotorFlush ayuda a “replantearse la fórmula de los aceites lubricantes para motores de combustion interna, lo que podría mejorar significativamente no solo la vida del aceite sino del motor también.”

COMBUSTIBLE

Los motores de combustión interna que usan gasolina o diesel para funcionar, logran ser eficientes cuando el motor realiza la mayor cantidad de trabajo con la menor cantidad de combustible posible.

Varios factores influyen para alcanzar dicha eficiencia: la forma de conducción, una aceleración continua y moderada, llantas o neumáticos correctamente inflados, el uso de aire acondicionado o calefacción, el peso del vehículo, entre otros.

Un factor que influye en gran medida es la contaminación del combustible y del sistema de combustión (tanque, inyectores, carburador, etc).

¿Por qué? Porque el combustible contiene impurezas, que junto con las gomas formadas por el agua acumulada debido a la condensación en el tanque y el hollín, producto de la combustión, producen taponamientos en todo el sistema de combustión, disminuyendo la calidad de la mezcla, lo que resulta en malas explosiones y problemas de encendido, desincronización, cascabeleo, entre otros males.

Además el agua atrapada en el sistema de combustión produce óxido y corrosión en sus piezas metálicas, lo que acelera el desgaste en gran medida.

Mantener limpio el combustible y el sistema de combustión de agua e impurezas, además de saber usarlo y dosificarlo adecuadamente, ayuda a aumentar la eficiencia, rendimiento y cuidado del vehículo.

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Está comprobado que el adoptar una cultura de mantenimiento preventivo contribuye al cuidado de nuestra inversión, y que al hacerlo de una manera continua, se logra mantener o aumentar su valor con el tiempo.

Aumentar la eficiencia y rendimiento de nuestro vehículo está directamente relacionado con el cuidado de este, por ello cobra más importancia el reducir la fricción en el motor y mantener su limpieza, al igual que la del aceite y el combustible, lo que brinda mejores condiciones y recursos para que pueda trabajar óptimamente, funcionando de la mejor manera, por más tiempo.

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¡PREVENIR es AHORRAR!

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1. Artículo ‘Improving engine performance and fuel efficiency’ (https://phys.org/news/2019-05-fuel-efficiency.html)